Diario de investigacion: TIC en la enseñanza universitaria

domingo, octubre 09, 2005

¿Qué ocurre cuando se desvance el encanto?

Del 3 al 5 de Octubre estuve en Zaragoza, participando de un congreso acerca del uso de TIC en los procesos de ensañanza y aprendizaje.

En este congreso se presentaron varias experiencias centradas en la introducción de ordenadores de última generación (Tablet PC) y software educativo en los procesos de enseñanza y aprendizaje de escuelas españolas. Profesores, estudiantes y miembros de la comunidad educativa valoraban positivamente estas experiencias al constatar que la utilización de ordenadores y programas multimedia incrementaba la motivación de los estudiantes hacia el aprendizaje.

La mayoría de las experiencias presentadas se centraba fundamentalmente en los recursos tecnológicos (los ordenadores o el software educativo) y no así en un cambio en la propuesta educativa y metodológica. Las actividades que realizaban los estudiantes y los profesores con estas nuevas tecnologías no diferían significativamente de lo que hacían antes de la presencia de los ordenadores o del software....me pregunté entonces: ¿Dónde está la innovación?, ¿Es que la introducción de las tecnologías contribuyó verdaderamente a generar un cambio en las formas de encarar y organizar los procesos educativos?, ¿Cambiaron las concepciones de profesores y estudiantes acerca de la enseñanza y el aprendizaje?

Si bien es cierto que la introducción de ordenadores y materiales multimedia puede despertar el interés y la motivación de los estudiantes debido a la novedad y a las características atractivas de este tipo de recursos, esta es una motivación de carácter escencialmente extrínsico. Una vez que desaparece la novedad desaparece también la motivación y el interés.

En otras palabras, si la introducción de nuevas tecnologías en las aulas se centra en los recursos tecnológicos y no en la concepción pedagógica y en la propuesta metodológica, lo más probable es que una vez que estas tecnologías lleguen a formar parte de la vida cotidiana de las aulas (como lo son actualmente los lápices, cuadernos, libros de texto, etc.), su atractivo desaparezca, al igual que la motivación de profesores y estudiantes.

Un avez más se hace patente el peligro de atribuir a la tecnología la capacidad de transformar la práctica educativa o generar innovaciones, cuando en realidad el verdadero cambio educativo no tiene nada que ver con la introducción de la tecnología, sino más bien con una reconceptualización de la práctica educativa.

Empieza a generarse así una confusión acerca de qué es lo que entendemos por innovación y cambio educativo. Caemos en la idea equivocada de pensar que por el simple hecho de utilizar "tecnología de punta" en las aulas estamos generando un proceso de innovación, estamos mejorando la educación de niños y jóvenes, cuando en realidad la innovación educativa es un proceso complejo que tiene que ver con cambios en las concepciones educativas y en las propuestas metodológicas....

Debemos hacer un esfuero por resistir el poder de seducción de la tecnología, de sus aparentes promesas y potencialidades educativas que nos encasillan y hacen que nuestra atención se centre únicamente en los recursos técnológicos, para centrar nuestra atención en lo educativo, en las concepciones, en la metodología...