Diario de investigacion: TIC en la enseñanza universitaria

lunes, agosto 22, 2005

Formación en la acción

Anoche estuve revisando un libro de J. Elliot, "La investigación-acción y el cambio educativo". Esta lectura me hizo reflexionar nuevamente sobre mis anteriores comentarios acerca de la formación de los profesores en TIC.

La lectura del libro de Elliot me hizo pensar que el uso de las TIC en educación, al ser un terreno virgen y en el que aún queda mucho por aprender y explorar, no puede abordarse desde un programa de formación únicamente centrado en la teoría, desvinculado de la práctica y de las vivencias (actitudes, concepciones, creencias y prácticas) de los profesores.

Empecé a pensar entonces que, más allá de cualquier curso, seminario y/o taller inscrito en un programa de formación permanente, la participación de los profesores en experiencias de investigación-acción acerca del uso de TIC en la educación permitiría conciliar la investigación, el perfeccionamiento de la práctica (la construcción y el desarrollo de proyectos de innovación educativa) y el desarrollo profesional de los docentes. De esta manera, los profesores estarían aprendiendo acerca de las TIC al mismo tiempo que exploran con el uso de estas tecnologías en su propia práctica, reflexionando y construyendo nuevas propuestas. La integración de las TIC pasaría entonces a concebirse como un elemento más que nos permite reflexionar críticamente sobre nuestra práctica docente, sobre las formas en que concebimos la enseñanza y el aprendizaje, sobre nuestras estrategias didácticas y sobre nuestros criterios de evaluación... En suma, nos permitirá crear espacios de formación profesional al mismo tiempo que construimos y reconstruimos el curriculum a través de una práctica reflexiva.

La investigación-acción nos permitiría también encontrar ese punto de equilibrio entre la formación técnica y la formación pedagógica de los profesores pues, en la medida que exploramos las posibilidades de las TIC iremos familiarizándonos con sus características técnicas y detectando necesidades de formación específica, pero siempre en el marco de una reflexión centrada en la práctica educativa, en la potencialidad de estos medios para la construcción de nuevas experiencias de enseñanza y aprendizaje.

Creo, sin embargo, que todo proceso de investigación-acción debe ir acompañado de otros espacios de formación o de comunidades de reflexión que orienten la labor de los docentes, que les faciliten "ayudas" y "elementos" a partir de los cuales los profesores puedan trabajar y reflexionar... Tal vez deberíamos apuntar a programas de formación que combinen de manera dialéctica talleres de formación con el desarrollo de experiencias de investigación-acción...

Nuevamente veo la necesidad de abordar la formación del profesorado desde el paradigma de la complejidad y la interdisciplinariedad... Programas que complementen la formación técnica con la pedagógica, la teoría con la práctica, al acción con la reflexión...